domingo, 11 de noviembre de 2012

El ánimo de los mercados




La liberalización de los mercados tuvo como correlato el incremento del poder de ciertos grupos económicos con incidencia en la evolución de la economía nacional. En ese escenario, en cuanto una política estatal no es atractiva para los mercados se producen efectos que perjudican el funcionamiento de nuestra economía (por ejemplo, cuando se decidió la estatización de los fondos administrados por las AFJP se generó una corrida bancaria que, en un primer momento, agudizó los efectos de la salida de capitales por la crisis internacional).
Frente a este escenario, el gobierno nacional, como señal a los mercados, permanentemente tuvo que mostrar fortaleza de las cuentas nacionales (súperavits fiscal y comercial, acumulación de reservas, principalmente), a pesar de que, en teoría, en muchas ocasiones conviene expandir, por ejemplo, sustancialmente el gasto público para que actúe de modo contracíclico. No obstante, el gobierno aumentó el gasto público cuando fue necesario, pero en una medida controlada para no afectar el ánimo de los mercados y, por consiguiente, provocar una corrida cambiaria que pudiera desestabilizar el proceso de crecimiento.


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