Como se mencionó en
el primer capítulo, con la sanción de la Ley 26.741 que declara de interés
público el autoabastecimiento de hidrocarburos y que a su vez, nacionalizó una
parte importante de las acciones de YPF, el Estado Nacional, junto con las
Provincias petroleras, volvieron a tener incidencia en la dirección de la
empresa más grande en la Argentina y la número uno en materia de producción
petrolera del país.
La nueva dirección de
la empresa tiene como objetivo fundamental revertir en el menor tiempo posible,
el deterioro de la oferta de petróleo, gas y derivados que se observó en YPF en
los últimos años. Para ello, se diseñó el Plan Estratégico 2012-2017.
Los objetivos de
dicho plan, si bien son ambiciosos, son alcanzables puesto que el 70% del dinero
que se necesita, saldrá de las ganancias de la misma empresa. No obstante, el
30% restante, la empresa debe conseguirlo a través de la colocación de acciones
(llamadas Obligaciones Negociables) en el mercado financiero. Esta es una
práctica muy habitual de las empresas que cotizan en la bolsa de valores.
Las inversiones
desarrolladas por YPF en el Plan Estratégico 2012-2017 permitirán que la
Argentina continúe por la senda del crecimiento con inclusión social mejorando
la calidad de vida de los ciudadanos, y sobre todo, profundizando el proceso de
reindustrialización de la Argentina.
Para entender claramente por qué es tan
importante que el Estado Nacional haya recuperado el control de YPF, tenemos
que entender previamente, por qué es tan importante la energía para el presente
y futuro de nuestro país.
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