El Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) es un tribunal arbitral
creado en 1965 con sede en Washington y dependiente del Banco Mundial, que se
dedica a resolver controversias entre países e inversores extranjeros. Entre
los compromisos del tribunal se encuentran: garantizar a los inversores un
trato no discriminatorio, justo y equitativo; plena protección y seguridad;
compensación por expropiación por utilidad pública; respeto de la cláusula de
la nación más favorecida y llevar adelante todos los mecanismos para resolver
las controversias entre un inversor extranjero y el Estado en el cual dicha
inversión fue realizada. Pero básicamente su función apunta a ofrecer garantías
a los inversores extranjeros, frente a las “arbitrariedades” de los gobiernos
de los países que reciben estas inversiones.
El problema, naturalmente, no
reside en esta definición simple, sino en la lógica de funcionamiento del
mismo, alineada con los intereses de las potencias mundiales y en su rol como
“correa de transmisión” del peso relativo de la metrópoli sobre la periferia.
De esta manera, se transforma en el reflejo legal a nivel internacional del
concepto de seguridad jurídica.
Aunque el
CIADI fue creado en los ‘60, recién empezó a tener verdadera relevancia en la
década del ’90, cuando la mayoría de los países del Tercer mundo y,
especialmente, los latinoamericanos firmaron tratados bilaterales de inversión
(TBI) con Estados Unidos y la gran mayoría de países europeos.
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